La obra se quedó con un Estrella de Mar a mejor drama. Dirigida por su hija, Mariana Gióvine, Virginia Lago adelanta por qué esta historia va en contra de la violencia.
Elegida como mejor drama de la temporada 2018, “La panadera de los poetas” es la obra de teatro que protagoniza Virginia Lago en el Teatro Colón local. Dirigida por su hija Mariana Gióvine, la pieza también los tiene a los actores Jorge Seleme y Francisco González Gil entre los actores de reparto. Se trata de una historia que escribió la autora argentina María de las Mercedes Hernando.
“Trabajar con mi hija es una emoción muy grande”, señaló la consagrada actriz. “Es una gran directora, es clara, sabe pedir, sabe lo que quiere, entonces es muy cómodo hacerlo porque no es fácil. Yo que dirijo también se que no es fácil transmitir lo que uno quiere, más en una obra como ésta, que es muy onírica, que cuenta un cuento desde un lugar muy particular. Y lo supo contar bien”, dijo.
El cuento de “La panadera de los poetas” la sitúa en el centro a Candelaria, una mujer que vive en un pequeño pueblo de montaña, en la campiña española.
“Es analfabeta y hace confituras, es una poeta de los panes y tiene una historia muy particular con Miguel Hernández, un poeta que se pone el traje de guerrero durante la Guerra Civil Española. Y ella está en contra de eso, lo pelea terriblemente”, desliza.
A ese tramo de la historia, se suma el otro personaje, el de Federico García Lorca, víctima de esa guerra, “un hecho doloroso que le pasó a este poeta increíble igual que le pasó a tantísima gente”, indicó la actriz a LA CAPITAL, después de recibir el galardón.
Para Lago, “La panadera de los poetas” es una obra que destila “gracia, cariño, afecto, inocencia y mucho abrazo” y señaló que “Candelaria es un personaje puro, un pedazo de tierra, un mármol que está ahí, un pedazo de naturaleza”.
– ¿Es una obra política, actual, teniendo en cuenta el avance de las derechas en el mundo?
– Es una obra que está en contra de la violencia, que apuesta a la vida. Y se vincula en un nivel simbólico con lo que significa el pan. El pan es una metáfora muy profunda la del pan. La belleza, como decía María Elena Walsh, es revolucionaria, pero no revolucionaria de guerra, sino de ideas para todos los que queremos un mundo mejor. Porque la poesía es fundamental, lo sensible es fundamental. A veces, algunos les parece que es medio cursi. Y no lo es. Es todo lo contrario: la poesía, el buen modo, lo necesitamos todos, ¿quién no lo necesita?